Los especialistas de Embraco presentaron las principales informaciones sobre ese tema tan importante en charlas en la Febrava. Aquí resumimos las mismas para que todos los lectores puedan conocerlas.
En función de los problemas causados a la capa de ozono por los CFCs – conocidos por los técnicos en refrigeración –, esos fluidos refrigerantes dejaron de ser producidos y su utilización en la actualidad es mínima. Considerados como los substitutos ideales por algún tiempo, los HFCs no atacan la capa de ozono, pero tienen otra característica negativa, ya que presentan un alto potencial de calentamiento global (GWP).
De esta forma, en la década del 80 del siglo pasado comenzaron buscarse nuevas alternativas, con bajo GWP. Las mejores opciones encontradas fueron los llamados fl uidos refrigerantes naturales, que incluyen hidrocarburos (isobutano y propano), CO2 (dióxido de carbono) y amoníaco (NH3).
Desde esa época, Embraco desarrolla estudios relacionados a esas substancias, siendo pionera en el lanzamiento de componentes adecuados para su uso. Y aún se están investigando otras opciones sintéticas, como el HFO- 1234f, que también posee bajo GWP.
Hidrocarburos: en alza en el mercado
Consolidados como
alternativas sin impacto
ambiental, los hidrocarburos
conquistaron inicialmente
más espacio en el mercado
europeo. Poco a poco,
se los fue adoptando en
otros países. El R600a, o
isobutano, está siendo cada
vez más aplicado en los
equipos de refrigeración
doméstica, mientras que
el R290 (propano) es
indicado para los equipos
comerciales.
El principal temor en relación a su utilización está en el hecho de que son inflamables, pero las resistencias están siendo superadas con la difusión de informaciones sobre cómo trabajar con éstos. En relación al aspecto ambiental, además de no causar calentamiento global, los hidrocarburos traen beneficios adicionales: reducen las pérdidas en el sistema y se utilizan cargas menores de éstos en relación a otros fluidos refrigerantes (ver figura). Otro beneficio está en la mejora de la eficiencia del sistema de refrigeración que su uso proporciona.
No obstante, uno debe estar atento a las características específicas de los hidrocarburos y sus impactos en el sistema de refrigeración. En el motor eléctrico, la presión en un sistema con R290 es 25% mayor si se la compara con un sistema con R134a. De esta forma, se necesita un motor con mayor torque. En cambio, en sistemas con R600a, las presiones son menores.
El compresor con R600a
tiene un desplazamiento
volumétrico 80% mayor
que un modelo similar
con R134a, mientras que
en el caso del R290 ese
desplazamiento es inferior
(36% menor). Otra diferencia
está en los tubos capilares:
en los sistemas con R290
son más cortos (caudal
mayor), mientras que en los
sistemas con R600a son más
largos (caudal menor), en
comparación con sistemas
con R134a.
CO2: la opción más reciente
En 2008, Embraco lanzó sus primeros compresores con CO2 (R744). Se trata de un fluido 100% natural, con características muy positivas, entre las cuales se pueden destacar: no tóxico, no inflamable y con bajo GWP. Como se trata de una tecnología más reciente, el CO2 aún no tiene una presencia tan visible en el mercado, especialmente en Brasil y Latinoamérica.
No obstante, es una opción que viene ganando fuerza y que ha sido elegida por importantes empresas, gracias a sus atributos técnicos y ambientales. Sus aplicaciones principales en la actualidad son en equipos como máquinas de hielo, refrigeradores de bebidas y bombas de calor. Con el tiempo, seguramente su uso crecerá y los técnicos en refrigeración deberán saber lidiar con sus características específicas.
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